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El cáncer no se curará definitivamente

El diagnóstico precoz es la clave de la cura del cáncer en todas las edades, pero, aquí y ahora, nos centramos en los mayores de 65 años, tema de Salud de mayor orden. Sucede que, pese al progresivo aumento de la incidencia de cáncer a partir de esta edad, los mayores no se lo creen, porque nos han educado en el concepto de que el cáncer es cosa de gente más joven. ¿De donde proviene esta idea equivocada? De que las estadísticas hechas antes de los 80 (siglo XX) mostraban un ascenso progresivo de la incidencia del cáncer a partir de los 40 años, que alcanzaba su pico hacia los sesenta y luego iba decayendo. De tal manera que la deducción que se extraía era la de que, a partir de los 70 apenas, había cáncer. Grave error, cuando se aplica a nuestros días. Porque sino había apenas cáncer a partir de los 70 años, ¡era porque la gente se moría antes de desarrollarlo¡ Como sucede ahora en los países del mundo poco desarrollado, donde la esperanza de vida es baja y, como consecuencia, no hay cáncer a partir de los 60 o 70 años.

Pero, con el aumento progresivo de la esperanza de vida en el mundo occidental, las curvas estadísticas han cambiado radicalmente: en efecto, la incidencia va aumentando progresivamente hasta los 80 y más años.

Pero algo no ha cambiado: los mayores siguen pensando que el cáncer es cosa de los más jóvenes. En efecto, en un reciente estudio realizado por FEFOC con 814 personas, solo el 32% reconocieron que el riesgo de cáncer aumenta con la edad, por el 68% que lo negaron. ¿Y que sucede cuando se presentan signos o síntomas de cáncer? Pues que este enorme promedio de negadores atribuyen sus problemas de salud a la edad. Por ejemplo, si una mujer joven observa que un pezón se le va hacia dentro, corre al ginecólogo. Por suerte, porque muchas veces se trata de un cáncer de mama. Por el contrario, las mujeres mayores pierden mucho tiempo diciéndose y diciendo que no tiene importancia, que son cosas de la edad. Consecuencia: el diagnóstico precoz es muy defectuoso en los mayores, con lo que el pronóstico es peor.

Luego están los hábitos de vida, con menos atención al Código Europeo por parte de nuestros mayores con menor seguimiento de las recomendaciones para la prevención y el diagnóstico precoz del cáncer. No podemos culpar a los mayores de ello.

En las revistas médicas dedicadas al cáncer en los mayores se observa una abrumadora mayoría de artículos dedicados a tratamientos, por poquísimos a prevención y a diagnóstico precoz. Los intereses de la industria farmacéutica se imponen en todas partes. La prevención no interesa porque evita enfermos y el diagnóstico precoz no mucho (porque se detectan pacientes que van a precisar poco tratamiento). También hay una gran tendencia a cronificar a los pacientes mediante medicamentos hormonales. No queremos una sociedad de enfermos crónicos sino una sociedad sana y, en todo caso, curada. Lo importante es evitar el cáncer, es prevenirlo y, en todo caso, diagnosticarlo con precocidad y curarlo para siempre. Se ha dicho que el cáncer no curará nunca definitivamente, porque son más los que viven de  él que los que mueren por su causa.

Volviendo al tema central, debemos mejorar las prácticas de prevención i diagnóstico precoz en los mayores, explicarles adecuadamente los tratamientos (tienen terror a la quimioterapia), mejorar el soporte cuando están enfermos (graves problemas de desplazamiento y de tránsito dentro del hospital) y también introducirlos en el mundo de los ensayos clínicos (les aplicamos, por ,lo general medicamentos que no han sido ensayados suficientemente en personas mayores sino que extrapolamos el conocimiento de los datos obtenidos en ensayos clínicos para gente más joven).

FEFOC tiene una página específica online para la gente mayor (www.mayoressincancer.org), ha realizado 109 conferencias sobre este tema en Cataluña, ha producido un Código de Recomendaciones para la prevención y el diagnóstico precoz del cáncer en los mayores (disponible en la web) y ha diseñado varios proyectos para investigar esta cuestión. El problema es encontrar financiación. Araceli Segarra, la experta escaladora, cuando, hace unos años, fue preguntado que cual era la mayor dificultad para escalar el Himalaya respondió con una agudeza extraordinaria, “encontrar un esponsor”. Así estamos.

Parece ser que este problema, tal y como lo planteamos, la prevención y el diagnóstico precoz del cáncer en los mayores, solo preocupa a FEFOC

Porque confiamos en quien esto lee y como estamos como Araceli, buscando quien nos ayude a subir al Himalaya, os decimos, ¡ÚNASE A FEFOC EN ESTE EXTRAORDINARIO PROYECTO¡

¿Cómo? : Exprese su voluntad de ayuda o cooperación a fefoc@fefoc.org o llame al 932172182 (de 10 a 14 horas)