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El PSA (prostate specific antigen) está en crisis. Descubierto en 1970 por el doctor Richard J. Ablin ha permitido el diagnóstico precoz de muchos cánceres de próstata pero, en contrapartida, ha propiciado un exceso de  tratamientos. El problema es que estos  tratamientos producen a veces más daño que perjuicio, en forma de infecciones, hemorragias y a veces impotencia sexual. Por otra parte, el cáncer de próstata (CP) tiene muchas veces una evolución tan indolente, tan lenta, que, en estos casos, no conlleva riesgo para la vida de las personas. Es un terrible dilema: nos han educado a todos que, en oncología, la base del éxito estriba en  diagnóstico y  tratamiento precoces. Así se ha visto de un modo fehaciente en cáncer de mama y en cáncer del cuello de útero. Pero, en ambos casos, tenemos tratamientos efectivos que no alteran tanto la calidad de vida. Por otra parte, se trata de tumores no indolentes, sino de rápida evolución caso de dejarlos a su suerte. No como el CP, muchas veces, repetimos, indolente, no agresivo.

Es por ello que una línea importante que se estudia para intentar resolver la cuestión es la estrategia denominada en inglés “Wait and see”, o esperar y ver. Se trata, ante CPs sin síntomas, localizados en la próstata, no agresivos  y en personas mayores de 65-70 años, en lugar de tratar de inmediato, esperar a ver la evolución. Si el CP no avanza (es decir, no provoca síntomas) se controla al paciente y solo se trata en caso de progresión  de la enfermedad. Ello tiene dos inconvenientes:1) Que es difícil vivir sabiendo que uno tiene un cáncer y no se lo extirpan inmediatamente y 2) Que obliga a un control periódico visitas y análisis), pero, la compensación es evitar una intervención que causa muchos problemas.

Lo que se ha abandonado es el PSA como arma de cribaje o screening, es decir, su utilización en hombres sin CP, como se hace con la mamografía en mujeres. No se considera ni rentable (en términos de salud) ni efectivo.

Pero entonces, sino hay campañas de screening,¿a quien indicamos que se haga un PSA? Es dceir, ante un hombre sano en concreto: ¿se le recomienda o no que se haga un PSA periódicol?

Nuestro punto de vista es el siguiente:

  1. El médico indicado es el médico general, lo que llamaba antes el de cabecera, que conoce mejor que el especialista todas las circunstancias que concurren en cada persona. Tiene una visión general, de aquí la denominación de médico general o generalista.
  2. El generalista debe explicar las ventajas e inconvenientes, en cada caso, de realizarse un PSA. Por ejemplo, si la persona en concreto tiene antecedentes familiares de CP, es un candidato clarísimo al PSA, ya que su riesgo de padecer CP es mayor que el de la población sin este antecedente.
  3. Si la persona no tiene antecedentes de CP, el médico general valora que es lo mejor  para este hombre en concreto. ¿Está muy ansioso por si tiene CP? ¿Prefiere hacerse el PSA con sus consecuencias ya conocidas? Por el contrario, no está muy preocupado y no desea hacerse el análisis.
  4. En caso de que el médico crea objetivamente que lo mejor para dicho paciente es practicarse el PSA, y el enfermo lo acepta, se hace. Si el resultado es normal, en todo caso puede o no planificarse un análisis anual.
  5. Si el resultado está por encima de 4 ng/ml de PSA, lo mejor es repetir el análisis pasado dos o tres meses y ver si persiste o no el aumento.
  6. Si el aumento no persiste, puede programarse un PSA para dentro de un año.
  7. Si el aumento persiste o aumenta debe remitirse a la persona a un hospital donde trabajen, esto es lo más importante, con Comités de Tumores, donde concurran junto con el urólogo, el oncólogo médico, el oncólogo radioterapeuta, el patólogo y con posible participación del propio médico general.
  8. No debe dejarse la decisión terapéutica en CP a un solo especialista sino al conjunto de todos aquellos que poseen terapias efectivas y que participarán en el curso de la enfermedad, caso de confirmarse el diagnóstico. En efecto, hay que buscar las decisiones colegidas, participativas. Huir de un solo médico que decide el diagnóstico y el tratamiento. La Oncología es esencialmente multidisciplinar, no unidisciplinar. Huyamos de los médicos “oasis”, aquellos que creen saberlo todo de algo o de todo y que, por tanto, no precisan del concurso de otros especialistas. Y luchemos pro reivindicar la figura del médico general.

Hemos apuntado dos temas relativos al PSA, la estrategia del “Wait and see” o “Esperar y ver” y las actitudes del hombre sano ante el PSA. Es un tema complejo que da para mucho y al volveremos reiteradamente.